martes, 7 de agosto de 2007

Sobre cosas corrientes

Jorge está trabajando. Su mirada en la pantalla de la computadora. Ha pasado mucho tiempo. En la pared una ventana que mira al exterior. Afuera de la casa hay un fantasma. Jorge escribe y lee en la pantalla. Se cansa, y a ratos cierra los ojos y levanta la cara hacia el techo: este trabajo nunca va a acabar. Si se siente harto se incorpora, camina por el cuarto, piensa con preocupación en las tuberías de agua rotas que no han sido descubiertas, vuelve a sentarse. Al hacerlo nota que el fantasma está detrás de la ventana. En realidad apenas lo ve, lateralmente. Reanuda sus tareas: escribir y leer. Trabaja sin aumentar la velocidad, sin que varíe el interés. En algún momento se hace tarde, y viajar del escritorio a la cama le trae la recompensa de un sueño envuelto en otros pensamientos.

6 comentarios:

El Jaibo dijo...

Las ventanas. Ahora le encuentro el significado a las ventanas. Según entiendo, el asunto es que las ventanas son el único contacto visual, quizá olfativo, con el mundo exterior. ¿Porqué hablar de ventanas y no dar atención a las puertas? Porque si abro la puerta, perderé la protección que me brinda mi casa, mi hogar. Razón de sobra. "A man makes a city/with banks and cathedrals/a man melts the sand so he can see the world outside". Las ventanas son un buen lugar para ver, oír, olfatear. Suficientes elementos para observar, definir, determinar, evadir, planear... en resúmen, para pensar. Y esto sin ser alcanzado. A menos que sea por un fantasma, quien seguramente no podrá desaprovechar la ventana y estará haciendo lo mismo.
No es difícil imaginar a Jorge. No es difícil imaginar a alguien, encontrando a un fantasma en la ventana. Al menos es la ventana, Jorge ha tenido esa fortuna.
Hagamos que esto parezca película francesa: ¿alguien sabe que hizo el fantasma mientras Jorge dormía?.

sr. magnánimo dijo...

Una ventana es lo que nos hace falta para sentirnos ubicados en el mundo. Las horas larguísimas sentados ante la computadora, sin más panorama que la pantalla, nos lanzan a la irrealidad. Una ventanita abierta en alguna parte (incluso un sueño)ayudarían a quitarnos de encima esta sensación de que el tiempo no transcurre, de que todas las direcciones son la misma y de que siempre estamos atascados exactamente en la misma actividad de ayer.

i dijo...

hey

recién "descubriendo" este su espacio

estaré viniendo seguidillo... lo que es más, me dispongo a "linkearlo"

saludosos, a poco más de un año de habernos topado en el camino

Aurelio Green dijo...

tras la ventana puede pasar todo sin que nos involucremos demasiado

Jorge Saucedo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jorge Saucedo dijo...

i: bienvenida al cascarazo,y saludos desde la ciudad más acuática del norte.

Jaibo: Interesantes reflexiones. Sobre todo porque me dan pistas para adivinar quién eres sin darme la respuesta de modo cabal. Salud.

Mr. Green: tu comentario es a la vez enigmático y corriente.

Sr. Magnánimo, tú lo has dicho. Insisto en un piego petitorio encabezado por la exigencia de ventanas.